domingo, 29 de enero de 2017

Buscando Cosas materiales

Dando en lugar de recibir



Eran tiempos complicados... de aquellos que te toman a la fuerza y te hacen entender que la pobreza es real y no una forma ficticia de la vida que solo alcanza a los que no se esfuerzan y que tampoco tienen estudios de los que llaman superiores.

Mira mi nuevo carro deportivo, dijo aquel amigo mostrando con orgullo ese gran regalo que según decía era enviado por su Dios...

Solo había que creerlo, me dijo sin dejar de señalar aquel tesoro... Confesar lo que se quiere, visualizándolo en tu mente y cómo Dios ya nos dio toda bendición que se requiere, confiésalo con fuerza y aquello que tú quieres se hará en tu vida realidad.
  
Aquella era una enseñanza que en esos días se había convertido en la moda de la iglesia, confesamos, declaramos y peleamos un sin fin de bendiciones al enemigo esperando muchas cosas materiales.  Sin embargo, poco a poco, Dios nos fue mostrando que su voluntad perfecta era mejor que cualquier cosa que deseara en la vida... que los pensamientos del Señor son distintos a los nuestros y que Él sabe lo que en verdad necesitamos.

Fui experimentando que había cosas que nunca me daría, porque no eran necesarias; que entregar lo mejor de nuestra vida era preferible a recibirlo.

Aquella doctrina fantasiosa, fue cambiando en mi mente, ya no buscaba solo cosas materiales, sino ser un verdadero adorador que sabe dar, queriendo parecerme al padre Abraham que llevó a su hijo a la cima de aquel monte a adorar con un cuchillo y no con arpas, con lo más preciado que tenía y no por ir a recibir alguna cosa del Señor.

Hoy en día, he podido darme cuenta que aquellos que siguieron esa forma de pensar tan egoísta, en la búsqueda de cosas materiales, les trajo destrucción y muchas lágrimas.... Aquel hombre recibió su deportivo, pero más tarde divorciándose de su bella y fiel esposa, se buscó algo mejor de acuerdo a la lujuria de sus ojos, olvidándose del Dios que proclamaba con aquellas bendiciones pasajeras.