domingo, 29 de enero de 2017
Buscando Cosas materiales
viernes, 18 de noviembre de 2016
Carta de un ex-pastor
Cuánto me esforcé para no ver lo que estoy viendo con asombro...
Cuantas noches de desvelos... cuánta lucha espiritual...
Me puse al borde de la noche enfrentando tus demonios con ahínco y esperanza...
Cuántas oraciones e ilusiones se perdieron en intentos infructuosos por mostrarte que la noche es atractiva, pero que nosotros somos de la luz... cuánto llanto derramado en la alfombra de mi alcoba, donde hablaba de tus grandes aflicciones que sufrías por montones...
Hice míos tus dolores, cargué tus cargas cuanto pude, le di la espalda hasta mis hijos y eso en muchas ocasiones...
Ver tu vida como nunca deseé, me hace arder el alma y me desgarra el sentimiento.
Te has mofado del pecado... te has reido de aquella santidad que antes con amor yo te mostré. Te dejaste dominar por el aborto, te dejaste absorber por el alcohol, te casaste con la fornicación, y te abrazaste al adulterio.
Pero no creas que he perdido la esperanza... no me he dado por vencido todavía... tal vez ya no sea tu pastor, pero te estaré llevando en oración.
viernes, 28 de octubre de 2016
Encontrando la verdad
sábado, 14 de mayo de 2016
La Experiencia más sublime
La Experiencia de la Adoración
Yo rondaba los catorce y nunca había vivido esa experiencia de cantar de la manera que algunos lo estaban haciendo en esa noche. No habíamos terminado todavía la alabanza cuando esa muchacha que lloraba intensamente se levanta y aún recuerdo aquella historia de su vida que de inmediato dio inicio a relatar. Ella había nacido en un hogar como el mío, enseñada en las cosas del Señor y acostumbrada en asistir a los cultos de la iglesia; sin embargo, poco a poco fue siendo atraída por el mundo, hasta hundirse en el sexo y las drogas, dándole la espalda a su familia y a su Dios. Pero, también nos relató aquel momento cuando llegando arrepentida, derramando de su alma y postrada a su Creador, pudo sentir el perdón y la misericordia del Señor. En su historia no faltó ese sentimiento de suprema gratitud que emanaba por su rostro, gratitud y esperanza que jamás había visto… gratitud y alabanza que en mi línea de pensamiento no podía yo entender.
Yo quería sentir lo mismo… quería poder llorar en la alabanza mostrando la misma gratitud… quería tener esa experiencia, pero no tener que alejarme para estar allí postrado ante el Señor… me sentía como el hermano del llamado hijo pródigo, pensaba que los cabritos solo eran para esas personas malas que se habían convertido, pensaba que el anillo de oro solo era para aquellos que después de vivir su vida, y siguiendo sus malos deseos, habían regresado delante de su Padre… creía que Dios solo hacía fiesta cuando estos pecadores llegaban ante Él arrepentidos… me sentí celoso y con varios sentimientos encontrados… le pedí: dame a mí también esa experiencia, pero que no tenga que alejarme para ver de tu grandeza.
Y Fue allí… cuando hablando con el Todopoderoso, mientras aún le mostraba el corazón a mi Señor… que recibí el momento más sublime que jamás había tenido, y llorando ante el altar pude recibir de Dios mi primer experiencia de verdadera adoración, sentí la gratitud de un pecador, porque lo era… sentí el arrepentimiento como nunca antes… sentí la pasión de un adorador… entendí el levantar las manos y llorar al elevar un canto hacia el cielo… entendí que soy un hijo del Señor Dios Todopoderoso, fuerte y que hace misericordia a millares hasta mil generaciones.
sábado, 16 de abril de 2016
Pidiendo una Esposa
Pidiendo una esposa
Aquella tarde soleada la gente pasaba como si fueran sombra a mi lado, mientras divagaba entre pensamientos deprimentes y desesperanzadores, escuchando a la soledad.
Los ruidos de latas golpeteando en aquella carcacha de autobús que me llevaba hacia mi casa, desaparecían entre los gritos del llamado a la soltería que me aterraban.