miércoles, 4 de octubre de 2017

Si pudiera viajar en el tiempo

Si yo pudiera viajar en el tiempo...

Me encontraría con aquel tímido niño atormentado por el bullying en los años setentas, y le haría ver que si bien la vida es una competencia, a muchos de esos del colegio vencería fácilmente en los años que vendrían.

Me sentaría en aquella banca gris acompañando al solitario adolescente que lloraba internamente considerando que nunca en su vida llegaría a tener una sola novia, le abrazaría y mostraría las fotos de sus viajes en familia en el presente.

Viajaría al día de la boda de aquel flacucho veinteañero ilusionado... haciéndole saber que era la mejor decisión que habia tomado en su vida y demostrarle que se estaba casando con la mejor mujer del universo.

Iria con aquel pobre derrotado el mismo día de haber sido despedido... y le contaría como muchos jefes llegarian a su vida valorando su trabajo y exaltándolo ante muchos.

Si yo pudiera viajar en el tiempo...   me enseñaría que todo en esta vida es pasajero, que hasta la timidez puede derrotarse y que a nadie tengo que envidiarle aquello que con mis manos también yo puedo conseguir.

Si yo pudiera viajar en el tiempo...    llegaría a mi ayer, y me confirmaría que Dios lo tiene todo en su control y nada hay que temer de lo que venga en el futuro.


jueves, 6 de julio de 2017

Más real que las tarjetas

¿Que Dios es real?
Dejé de poner mi confianza en las tarjetas, y en la forma de salir de mis problemas.  Tomé el trozo entero de mi vida y lo puse delante de Sus pies.
No puedo dejar de agradecer al Todopoderoso, quien me libra de todas mis cadenas que yo mismo he forjado ilusamente... pues en su grande e infinita misericordia me sacó de las arenas movedizas de las tarjetas de crédito...  pedazos de plástico que te hunden cada día en el pozo que sin fondo se yergue amenazante cuando el salario no roza tan siquiera a cubrir los pagos mínimos.
Te encuentras en una pesadilla de la cual sientes imposible despertar... 
Tu mente se entretiene en las formas de Cómo resolver ese dilema...  tal vez algún empeño o quizás otro  extrafinanciamiento.
Fue allí cuando dominado en ese juego en el que me metieron a su antojo...  en este momento donde la impotencia te hace sancadilla...  en ese tiempo en en que me escondían de la luz al otro lado del camino.  Allí en el pozo de la desesperanza, que volví otra vez a recordar a aquel que muchas veces ha peleado mis batallas, al Dios que ha suplido mis necesidades, al Dios omnipotente. 
Dejé de poner mi confianza en las tarjetas, y en la forma de salir de mis problemas.  Tomé el trozo entero de mi vida y lo puse delante de Sus pies.
Arrepentido me incliné ante su gloria y entendí que hacía mucho tiempo que dejé de agradecerle la comida cada día, que había perdido aquella gracia de saber que soy necesitado, aquella gracia de depender de sus regalos.
Puse mis errores en sus manos y me quedé esperando para ver de sus milagros.
Ese oscuro círculo vicioso, estaba en su apogeo hace apenas siete meses... y como si fuera arte de magia, el Señor envió trabajo rebosante, que unidos con mis hijos, y de la mano de mi esposa, mi preciosa ayuda idónea, realizados hasta altas horas de la noche nos dieron la salida.  En cierta forma fue cansado pero muy gratificante, sobre todo porque hoy aquella deuda que se había convertido en imposible,        es solamente otro enemigo derrotado por el Padre.
Dios ha sido bueno, es mi proveedor y puede serlo para aquellos que le entreguen así mismo sus errores.
Arrepiéntete de haber puesto tu confianza en las tarjetas, paga hoy tus diezmos y dale tus ofrendas, rompe la avaricia, y al ser libre de cadenas podrás reconocer que buscar primeramente Su reino y Su justicia, da mejores resultados que los plásticos dorados.

viernes, 17 de marzo de 2017

Nunca jubilarse

Este es mi papá

Maneja su vehículo cientos de kilómetros, usando la tecnologia como pocos, utiliza en su compu el Fotoshop... siempre está escribiendo algún informe, y sobre todo siempre está estudiando la Palabra del Señor.

Es el héroe de sus hijos... el ejemplo de sus nietos... y de muchos otros que le observan con no muy poca atención y aunque este año cumple los ochenta, nunca ha jubilado a sus sueños, ni se ha echado a descansar en sus laureles. Es un luchador empedernido,
Siempre está despierto a nuevas cosas, queriendo  aprovechar el tiempo hasta lo sumo.

Poderoso hombre del Señor, que tiene por consigna nunca jubilarse.  Nunca jubilarse de la vida, nunca jubilarse a estar despierto, nunca darse por vencido en un asilo.

Y cuando muchos a los treinta ya quieren retirarse, él aún está pensando como ocupar el tiempo que le queda por vivir.

Y al final... sé que morirá en la batalla, empuñando sus espadas, sin bajar la guardia, y dejando huellas imborrables que yo quisiera animarme a repetir.

Los ángeles del cielo se han quitado hasta el sombrero,  observandote de lejos, y poniéndose de pié.

¡Adelante mi papito, adelante hasta el fin!



domingo, 29 de enero de 2017

Buscando Cosas materiales

Dando en lugar de recibir



Eran tiempos complicados... de aquellos que te toman a la fuerza y te hacen entender que la pobreza es real y no una forma ficticia de la vida que solo alcanza a los que no se esfuerzan y que tampoco tienen estudios de los que llaman superiores.

Mira mi nuevo carro deportivo, dijo aquel amigo mostrando con orgullo ese gran regalo que según decía era enviado por su Dios...

Solo había que creerlo, me dijo sin dejar de señalar aquel tesoro... Confesar lo que se quiere, visualizándolo en tu mente y cómo Dios ya nos dio toda bendición que se requiere, confiésalo con fuerza y aquello que tú quieres se hará en tu vida realidad.
  
Aquella era una enseñanza que en esos días se había convertido en la moda de la iglesia, confesamos, declaramos y peleamos un sin fin de bendiciones al enemigo esperando muchas cosas materiales.  Sin embargo, poco a poco, Dios nos fue mostrando que su voluntad perfecta era mejor que cualquier cosa que deseara en la vida... que los pensamientos del Señor son distintos a los nuestros y que Él sabe lo que en verdad necesitamos.

Fui experimentando que había cosas que nunca me daría, porque no eran necesarias; que entregar lo mejor de nuestra vida era preferible a recibirlo.

Aquella doctrina fantasiosa, fue cambiando en mi mente, ya no buscaba solo cosas materiales, sino ser un verdadero adorador que sabe dar, queriendo parecerme al padre Abraham que llevó a su hijo a la cima de aquel monte a adorar con un cuchillo y no con arpas, con lo más preciado que tenía y no por ir a recibir alguna cosa del Señor.

Hoy en día, he podido darme cuenta que aquellos que siguieron esa forma de pensar tan egoísta, en la búsqueda de cosas materiales, les trajo destrucción y muchas lágrimas.... Aquel hombre recibió su deportivo, pero más tarde divorciándose de su bella y fiel esposa, se buscó algo mejor de acuerdo a la lujuria de sus ojos, olvidándose del Dios que proclamaba con aquellas bendiciones pasajeras.





   

viernes, 18 de noviembre de 2016

Carta de un ex-pastor

Cuánto me esforcé para no ver lo que estoy viendo con asombro...
Cuantas noches de desvelos... cuánta lucha espiritual...
Me puse al borde de la noche enfrentando tus demonios con ahínco y esperanza...
Cuántas oraciones e ilusiones se perdieron en intentos infructuosos por mostrarte que la noche es atractiva, pero que nosotros somos de la luz...  cuánto llanto derramado en la alfombra de mi alcoba, donde hablaba de tus grandes aflicciones que sufrías por montones...
Hice míos tus dolores, cargué tus cargas cuanto pude, le di la espalda hasta mis hijos y eso en muchas ocasiones...
Ver tu vida como nunca deseé, me hace arder el alma y me desgarra el sentimiento.
Te has mofado del pecado... te has reido de aquella santidad que antes con amor yo te mostré.  Te dejaste dominar por el aborto, te dejaste absorber por el alcohol, te casaste con la fornicación, y te abrazaste al adulterio.
Pero no creas que he perdido la esperanza...  no me he dado por vencido todavía... tal vez ya no sea tu pastor, pero te estaré llevando en oración.

viernes, 28 de octubre de 2016

Encontrando la verdad


Ese tiempo como todo buen adolescente lo pasé encerrado en mi habitación, con la salvedad de que lo hacía leyendo las Sagradas Escrituras.  Me motivaba mucho, entender acerca de los tiempos que se mencionaban en el libro de Daniel y Apocalipsis, así mismo, saber más allá de lo que otros conocían, y ésta era mi gran equivocación... porque si bien es cierto estaba leyendo la palabra del Señor, lo hacía con la motivación errónea.

Me habían asustado diciéndome que si me dejaba engañar, sería destituido del pueblo de mi Dios, que el engaño era sutil y que de esta manera me podían poner hasta la marca de la bestia, sin darme apenas cuenta.   
Estas profecías, en realidad eran el arma de miedo que tenían para que uno no escuchara otra doctrinas.  Sin embargo, me di cuenta que el Apocalipsis revelaba el corazón de Dios acerca del deseo que tenía, porque el hombre se arrepienta de sus caminos de pecado... y que de ninguna manera se refería al deseo de Señor de destruir a los que piensen distinto que yo, cómo me lo habían enseñado.

Un día tuve un sueño... donde me encontraba preocupado en encontrar la fecha de la segunda venida de cristo, leyendo la biblia y haciendo números, cuando de pronto desde el cielo se escucha un trueno y al salir de aquel lugar donde yo estaba, me encuentro con qué Jesús ya había venido y yo me había quedado... fue muy triste y lamentable, pero entonces entendí y empecé a interesarme por encontrarme con la verdad, ya que Jesús mismo se había declarado que era la verdad.

Otro de esos días, leyendo el capítulo 17 de Juan, me detuve en el versículo 17 encontrando que es la verdad la que me santifica.  Así entré en la cuenta de que la palabra de Dios es la la verdad, pero que la motivación con la cual yo la buscaba no me santificaba, por lo tanto entendí que si mi motivación de leer la Biblia era encontrar "santificación" entonces, y solamente entonces, encontraría "la verdad".

Fue hasta entonces que empecé a leer la Biblia con otra perspectiva, tratando de encontrar la voluntad de Dios para mi vida... qué es lo que no le gusta de mí y qué es lo que quiere que yo haga... Entendí que la Palabra de Dios era mi guía hacia la santidad, el camino hacia la pureza, la ruta para agradar al Padre Celestial, y al leerla de esta forma, pude descubrir la profundidad inmensa de revelación de su corazón en cada palabra de la Sagradas de Escrituras.

sábado, 14 de mayo de 2016

La Experiencia más sublime



La Experiencia de la Adoración




El fuego emitía sus chasquidos peculiares que contrastaban con el ruido constante de los grillos… la noche había llegado y era el tiempo del sosiego de emociones y de apaciguar la adrenalina que habíamos vivido en aquel competitivo campamento… era el tiempo de hacer la reflexión correspondiente, todos juntos rodeando la fogata…    acompañados con tan solo una guitarra elevamos nuestros cantos hacia el cielo, levantando nuestras manos y algunos compañeros derramando de sus lágrimas en un momento esplendoroso de alabanzas al Señor.    

Yo rondaba los catorce y nunca había vivido esa experiencia de cantar de la manera que algunos lo estaban haciendo en esa noche.   No habíamos terminado todavía la alabanza cuando esa muchacha que lloraba intensamente se levanta y aún recuerdo aquella historia de su vida que de inmediato dio inicio a relatar.   Ella había nacido en un hogar como el mío, enseñada en las cosas del Señor y acostumbrada en asistir a los cultos de la iglesia; sin embargo, poco a poco fue siendo atraída por el mundo, hasta hundirse en el sexo y las drogas, dándole la espalda a su familia y a su Dios.  Pero, también nos relató aquel momento cuando llegando arrepentida, derramando de su alma y postrada a su Creador, pudo sentir el perdón y la misericordia del Señor.   En su historia no faltó ese sentimiento de suprema gratitud que emanaba por su rostro, gratitud y esperanza que jamás había visto… gratitud y alabanza que en mi línea de pensamiento no podía yo entender.


Yo quería sentir lo mismo… quería poder llorar en la alabanza mostrando la misma gratitud… quería tener esa experiencia, pero no tener que alejarme para estar allí postrado ante el Señor… me sentía como el hermano del llamado hijo pródigo, pensaba que los cabritos solo eran para esas personas malas que se habían convertido, pensaba que el anillo de oro solo era para aquellos que después de vivir su vida, y siguiendo sus malos deseos, habían regresado delante de su Padre… creía que Dios solo hacía fiesta cuando estos pecadores llegaban ante Él arrepentidos… me sentí celoso y con varios sentimientos encontrados…  le pedí: dame a mí también esa experiencia, pero que no tenga que alejarme para ver de tu grandeza.


Y Fue allí… cuando hablando con el Todopoderoso, mientras aún le mostraba el corazón a mi Señor… que recibí el momento más sublime que jamás había tenido, y llorando ante el altar pude recibir de Dios mi primer experiencia de verdadera adoración, sentí la gratitud de un pecador, porque lo era… sentí el arrepentimiento como nunca antes… sentí la pasión de un adorador… entendí el levantar las manos y llorar al elevar un canto hacia el cielo… entendí que soy un hijo del Señor Dios Todopoderoso, fuerte y que hace misericordia a millares hasta mil generaciones.