sábado, 25 de marzo de 2023

Dios de vivos

Dios de vivos

(Mateo 22:32)

Que es la muerte delante de los hijos del Señor...

Es solo el pasadizo de la puerta a la victoria

¿Donde esta su aguijón?
¿Dónde está su victoria?

¿Dónde está, esa qué con ilusa osadía intentó  con todo y esa fuerza que ostenta sin cordura, pretender sin éxito mantener a Cristo en un tumba?

Esa derrotada muerte qué también lo intentó cobarde con ese pequeñuelo qué desde el vientre de su madre, me llamó su padre.

Esa infame retorcida qué trató de acallar las oraciones de la guerrera que doblando sus rodillas, me sacó a mi un dia del sepulcro qué trataba de engullirme en el fango hediondo del desagüe del pecado, dándome aliento de vida a mis treinta.

Esa muerte tan cretina qué delante de mis ojos, me quitó la madre en un acto despiadado de locura, sin darse cuenta que al parar el latido de ese bello corazón, estaba dándole la vida que su Dios ya le había prometido.

¿Donde esta ese aguijón?
¿Donde esta esa victoria?

¡Porque Dios no es Dios de muertos... Dios es Dios de vivos!

Es por eso y para siempre el Dios de Samuelito, aquel hijo que me dio cordura en este mundo de locura...  
También Dios de tía Anni, la guerrera, que un día me enseñó cómo es amar sin ninguna condición...   
Es Dios de la Letty de la fe, quien me heredó su sangre y los milagros que siempre le seguían... 
Pero también, por cierto, es mi Dios.

Pues sabemos que, cuando se desarme esta carpa terrenal en la cual vivimos (es decir, cuando muramos y dejemos este cuerpo terrenal), tendremos una casa en el cielo, un cuerpo eterno hecho para nosotros por Dios mismo y no por manos humanas. Nos fatigamos en nuestro cuerpo actual y anhelamos ponernos nuestro cuerpo celestial como si fuera ropa nueva.
2 Corintios 5:1‭-‬2 NTV